Crisis en la frontera colombo venezolana

21.09.2015 23:18

Crisis en la frontera colombo venezolana

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Iván A. Ricord B @ivanricord20

 

Un ciudadano tico cruza la frontera con Panamá y compra un cilindro de gas subsidiado en 5 dólares. Se ahorra unos 14 dólares al compararlo con el precio de su país. Es común que la Oficina de Protección al Consumidor panameña lo persiga por contrabandista. Lo mismo ocurre en la frontera entre Colombia y Venezuela, en la que ciudadanos colombianos compran en Venezuela todo tipo de mercancías a precios subsidiados para montar un negocio informal en la frontera.

 

EL CONTRABANDO DE ALIMENTOS, ENSERES, MEDICINAS, Y GASOLINA ES LO QUE MUEVE LA ECONOMÍA DE LA FRONTERA. A ESTO HAY QUE AGREGAR, EL TRÁFICO DE MILES DE BOLÍVARES QUE MANEJAN LOS ESPECULADORES PARA MULTIPLICARLOS MEDIANTE LAS CASAS DE CAMBIO Y CONVERTIDOS EN MILLONES QUE USAN PARA COMPRAR PRODUCTOS EN VENEZUELA A PRECIOS DE CANASTA BÁSICA.

Un ciudadano colombiano entrevistado por una cadena de televisión señaló que el empresariado colombiano ha dejado de existir en Cúcuta (ciudad fronteriza) debido a que el comercio informal ha asumido toda la actividad económica en el área. El 80% de los productos que se venden en las ciudades fronterizas vienen de Venezuela a través del contrabando. Los vendedores de Cúcuta solo comercializan el 20% de los productos de fabricación colombiana.

Según la compañía estatal venezolana de petróleo, el contrabando de gasolina le causó a Venezuela el año pasado una pérdida de 3,600 millones de dólares. En Venezuela la gasolina se vende a dos centavos el litro. Unos 100 mil barriles diarios se trafican hacia Colombia. En conclusión, el contrabando de alimentos, enseres, medicinas y gasolina es lo que mueve la economía de la frontera. A esto hay que agregar, el tráfico de miles de bolívares que manejan los especuladores (bachaqueros) para multiplicarlos mediante las casas de cambio y convertidos en millones que usan para comprar productos en Venezuela a precios de canasta básica.

El gobernador venezolano del estado de Táchira, al comentar las vistas presentadas en las cadenas de televisión de la salida de colombianos cargando con sus enseres, explica que se los llevan porque en Colombia no los pueden comprar. Todos los artefactos electrodomésticos, dice, son de marca Haier (fabricados en Venezuela).

La frontera colombo-venezolana, de unos 2,219 kilómetros, es un área de abandono social, económico educacional y de salud. Los colombianos que allí residen, en su mayoría pobres, emigran a Venezuela para vivir de la informalidad. Allí se encuentran unos 110 mil desplazados del conflicto bélico de su país de acuerdo con datos de la organización de refugiados de la ONU. En total en Venezuela habitan cinco millones de colombianos.

El Gobierno venezolano tilda de paramilitares a grupos armados colombianos que controlan el contrabando, dominan el territorio y en ocasiones, ejecutan actividades de índole político. Además, manifiestan la imposibilidad de soportar por más tiempo esta sangría de recursos que quiebra al país; que esto es parte de "una guerra económica" y la situación contribuye al desabastecimiento que sufre Venezuela. El ataque por hombres armados a tres militares venezolanos en Táchira provocó como reacción inmediata el cierre temporal de la frontera en esta área. El Gobierno venezolano, aduciendo que pone orden en su frontera y ejerciendo su soberanía, prohibió la venta de productos venezolanos en Colombia y expulsó a más de mil indocumentados.

Colombia alega que la medida tomada irrespeta a sus nacionales y limita sus derechos humanos. Los medios de comunicación lo plantean como una crisis humanitaria grave, culpando a Maduro de atropellar a ciudadanos colombianos. Maduro dice que todo responde a una campaña mediática contra su gobierno dirigida por la oligarquía de Bogotá.

Una propuesta colombiana de convocar a los cancilleres de la OEA para tratar el asunto, no tuvo éxito. La mayoría de los países no la aprobó para impedir la radicalización ideológica del conflicto y la profundización de la división que existe en el organismo. Todo indica que lo que cabe es una solución bilateral que ponga sobre una mesa de diálogo los problemas de un territorio desatendido por mucho tiempo, que es foco de conflictos comerciales, financieros y humanitarios.

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