LA INDEPENDENCIA DE PANAMÁ DE ESPAÑA HASTA LAS LUCHAS SOCIALES Y POLÍTICAS, EN EL ISTMO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX

13.01.2014 10:11

HISTORIA DE PANAMA.

 

LA UNIÓN A COLOMBIA

 

(DESDE LA INDEPENDENCIA DE PANAMÁ DE ESPAÑA HASTA LAS LUCHAS SOCIALES Y POLÍTICAS, EN EL ISTMO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX)

 

 

 

 

 

 

PROF. IVAN A.  RICORD  B.                  

8-123-242

 

 

Abril 2013

UNIVERSIDAD DE PANAMA

 

 

 

 

 

 

 

INDICE

 

INTRODUCCION

 

SITUACIÓN POLITICA DEL ISTMO DE PANAMA EN EL SIGLO XIX.

 

Panamá en la encrucijada de la  Independencia.

 

Antecedentes y Causas

 

El Panamá Prenovembrino

 

Panamá ante la Encrucijada de la Independencia.

 

El Grito Santeño en el Proceso de Independencia.

 

Reacciones contra el Centralismo de Bogotá

 

 Los Conflictos bolivarianos

 

El Congreso de Panamá de 1826

 

 

 

INTRODUCCION

 

A principios del siglo XIX, ya estaban dadas las condiciones en hispanoamérica para terminar con el ¨pacto colonial¨, que se había mantenido durante tres siglos. 

Los sucesos ocurridos, precisamente, en la misma metrópoli aceleran el rompimiento de esta desigual alianza iniciada en 1492.  Un agotado Imperio Español, gobernado ineptamente por Carlos IV y Fernando VIII, recibió en 1808 la invasión Napoleónica y la imposición de José Bonaparte como monarca de la península.  En esta coyuntura la reacción de los españoles no se hizo esperar y se crea una gran confusión que oscila entre la aceptación sumisa del monarca francés, el apoyo a la monarquía española o asumir una posición de carácter liberal, liderizada  por las Cortes de Cádiz que proclaman la Constitución de 1812.  De cualquier manera, la situación surgida en España crea mejores condiciones para la lucha separatista que ya se cuajaba en las colonias hispanoamericanas.  Como anotamos, si en España, los acontecimientos de inicio de siglo producen un panorama sombrío, en América no es diferente.  La inestabilidad reinante se traslada a las colonias, en las que se le agrega el profundo descontento que ya existe en estas tierras.

 

         Es importante anotar, entonces, que no hubo criterios afines entre los criollos para ingresar a la revolución.  Cada provincia colonial respondió con una concepción política diferente e interesas particulares a la lucha por la independencia, en muchas ocasiones algunas ciudades lucharon entre si y no lograron armar un cloque homogéneo para enfrentar a la Corona.  Prueba elocuente de ello se produce cuando Cartagena, proclamada independiente en 1811, luchó abiertamente contra Santa Marta y Río Hacha, que se mantenían fieles a la Corona.  Panamá al igual que Santa Marta fueron reconocidos por la corona como ¨muy nobles y fieles ciudades¨ y se mantuvieron resistentes a la sublevación hasta fechas muy avanzadas como 1821, como lo detallaremos más adelante.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Situación Política del Istmo de Panamá en el siglo XIX.

 

Al entrar el siglo XIX, el Istmo de Panamá se organizaba políticamente en una Comandancia General formada por las provincias de Panamá, Portobelo, Darién y Veraguas.  Además la Alcaldía Mayor de Natá (a la que pertenecía la Villa de Los Santos) la Castellanía de Chagres y la Capitanía de Cruces.  La situación económica era precaria ya que solo existía alguna actividad agrícola, sin ganadería, ni intercambio comerciales importantes.  En 1808, el gobernador Juan Antonio de la Mata,  abre el intercambio comercial, con Jamaica y otras colonias americanas.

 

Los criollos istmeños se ven beneficiados con este libre intercambio de mercancías y por lo tanto se regocijan de los triunfos que obtienen la monarquía española contra invasores franceses y contra los revolucionarios americanos que luchaban por la independencia.  Es así como los Cabildos de Panamá y Santiago rechazaron unánimemente en 1810 las invitaciones de las Juntas Revolucionarias Sudamericanas a sumarse a la lucha contra la Corona.  Ante el avance de los revolucionarios en Panamá se organizan expediciones para sofocarlas.  Mariano Arosemena en sus Apuntamientos Históricos anota lo siguiente: ¨le han socorrido con miles de pesos en efectivo.. y cuanto han considerado necesario para que pudiesen resistir a la tentativa de los revoltosos.  Hasta el bello sexo de Panamá se ha distinguido de un modo muy particular a favor de su Majestad ... porque se reunieron todas las señoras y a sus expensas costearon un vestido completo a cada soldado y 1,000 pesos de obsequio¨[i]

 

         Es tan notoria la fidelidad del Istmo de Panamá a la Corona en estos primeros años del siglo que, en 1812 el Cabildo de Panamá jura solemnemente la nueva Constitución promulgada por Fernando VII en Cádiz el 19 de mayo de ese año y se celebran grandes fiestas para conmemorar el acontecimiento.. y en el arrabal de extramuros prorrumpió en aclamaciones y gritos de ¨VIVA LA NACION: VIVA EL REY¨.. El Dr. Alfredo Castillero Calvo concluye con stas observaciones; ¨fue la convicción de las ventajas materiales que le representaba la unión a España lo que movió a la naciente burguesía comercial istmeña a colaborar directamente con la causa realista y a mostrase francamente contra los pueblos rebeldes del continente.¨[1]

 

Para esta época solo Pasto, Santa Marta, Rió Hacha y el Istmo de Panamá eran los territorios del Virreinato de la Nueva Granada donde flameaba el pendón de la monarquía española.  El resto del territorio estaba alzado en armas contra el gobierno monárquico de Fernando VII.  El último Virrey debió gobernar desde Santa Marta y luego trasladarse a Panamá en 1812 (gobernó hasta 1813), por estar sublevada, ya aquellas provincias.  Este Virrey logró obtener un gran apoyo de la clase criolla istmeña quienes recibieron de él una gran cantidad de beneficios, especialmente de tipo comercial (el Virrey desplegó una política de conciliación hasta que tuvo que presentar su renuncia ante las presiones del cabildo de Panamá). Las palabras del Virrey al tomar posesión de su cargo en Panamá demuestran la situación de sumisión del Istmo a la Corona en esa época¨..este día lo numero como el mas feliz de mi vida, y lo seria completo si al gozo que inunda mi corazón en este momento, pudiese añadir la satisfacción de las provincias que desgraciadamente se hallan separadas, se reunieron en esta

 

 

 

fidelísima de Panamá y siguiendo su leal y noble ejemplo, hiciesen una sola familia con la heroica y magnánima España ¨grandes fiestas hubo en Panamá y Portobelo por la noticia de la recaptura de Santa Marta¨....[2]

 

         La bonanza económica en el Istmo que se logró durante esta primera etapa del siglo XIX no duró mucho tiempo y se interrumpe con la reubicación del Virreinato de la Nueva Granada, la muerte del virrey en 1813, y la suspensión de las licencias comerciales para Sudamérica y Jamaica.  El Istmo nuevamente entra en una profunda postración económica que resienten los istmeños con mucha fuerza.  Mariano Arosemena, perteneciente a la clase comerciante istmeña comenta sobre ello así:¨...empezó a conocer Panamá la importancia de su independencia¨.[3]

 

         Desaparecidas estas ventajas comerciales otorgadas al Istmo, las ideas independentistas cundieron en el territorio y solo por la gran cantidad de tropas que España mantenía aquí, la independencia se retrasó hasta varios años mas tarde.  El Istmo pasó a ser un bastión militar del rey cuando recrudecen las luchas independentistas en norte y sur América.

 

         Es necesario señalar que en este período se producen dos acontecimientos importantes para la causa de la independencia en Panamá y que son: el intento fallido de toma de Portobelo por el Comandante francés Benito Chasserieu en 1814 y el ataque efectivo de la misma plaza por el general Gregorio McGregor quien tomó el Puerto y organizó un gobierno civil, venciendo a los realistas dirigidos por el gobernador Alejandro Hore. La toma temporal de Portobelo por Gregorio McGregor tuvo un tremendo impacto para la revolución de independencia la cual hizo despertar a los istmeños del letargo a que los habían sometido por varios años las ventajas comerciales otorgadas por España.[4]

 

         A la muerte de Alejandro Hore en julio de 1820, asumió el cargo el teniente Pedro Aguilar, el cual fue rechazado por los dirigentes istmeños.  A finales de ese año se encargó de la gobernación del Istmo el brigadier Pedro Ruiz de Porras quien venía de ejercer como gobernador de la provincia de Santa Marta.  Porras era de amplias ideas liberales y su gobierno se adecuó a las pretensiones independentistas de los istmeños.

 

         La lucha por la independencia estaba encendida; había ocurrido la Batalla de Boyacá y la huida del virrey Juan de Sámano a Jamaica ante el impulso revolucionario (El Virrey desde Jamaica trató de retornar a Tierra Firme mediante la toma de Panamá; al principio es rechazado por el Cabildo y el gobernador Ruiz de Porras, pero debe ser reconocido a la fuerza por las autoridades istmeñas, provocando una gran anarquía en esta provincia).

 

         En agosto de 1821 se encargó de la gobernación de Panamá el Mariscal Juan de la Cruz Murgéon hombre apegado a las normas Constitucionales de la Corona que trataban de apaciguar los conflictos con los istmeños, promoviendo caminos de avenimiento.

 

         Debemos hacer un alto aquí para considerar elementos por demás importantes para la concreción de la liberación de las colonias hispanoamericanas.  El análisis de los factores coyunturales relacionados con el comportamiento de la sociedad criolla en el Istmo que, según la mayor parte de nuestros historiadores, respondía a los vaivenes de la actividad de la zona de tránsito, tiene que estar acompañado de los factores ideológicos e intelectuales.  Es indudable que en los pueblos hispanohablantes se habían arraigado ideas liberales y democráticas heredadas del siglo XVIII en el que hubo grandes transformaciones en el pensamiento humano; todo un siglo de luchas del hombre en procura de sus derechos naturales.

 

         La Revolución Gloriosa de Inglaterra de 1688, la Revolución Norteamericana de 1776, y al significativa Revolución Francesa de 1789.  Las ideas de Locke, Montesquieu, Voltaire y Rousseau llegan, aunque con muchas dificultades, a nuestras costas.  Sus pensamientos influyen de manera decisiva en la determinación de los colonos americanos y sirvieron a acicate a los hombres que como Toussoint-Louverture, Francisco Miranda, Antonio Nariño, Mariano Moreno, Morelos e Hidalgo, son considerados como los precursores de la independencia hispanoamericana.

 

         En Panamá, a imitación de lo que sucedía en otras regiones, los criollos ilustrados se organizaban en logias, clubes o sociedades patrióticas (recordar la gran Logia Americana inspirada por Francisco Miranda, con moldes masónicos que exigía, para obtener el primer grado en ella, jurar y trabajar por la independencia de América; y para el segundo, una profesión de fe democrática) las cuales difundían las ideas de liberación y ahora se promoverían con mayor facilidad gracias a la introducción de la imprenta por José María Goytía en los primeros meses de 1821.

         ¨Importante fueron los aportes de José M. Goytía: La introducción de la imprenta al Istmo, para colocarla al servicio de la causa independentista; la impresión del periódico La Miscelánea en su pequeño taller denominado Imprenta Libre de Panamá¨.[5]

 

Panamá ante la encrucijada de la Independencia

Lograda la independencia de la Nueva  Granada como resultado del triunfo de las armas revolucionarias en la Batalla de Boyacá y promulgada la Carta Constitutiva de la Gran Colombia en el Congreso de Angostura de 1819 (que incluía al Istmo de Panamá), aunque este todavía permanecía bajo el control de la monarquía, las aspiraciones del libertador Simón Bolívar, eran tomar las iniciativas que permitieran la liberación de este territorio; Bolívar escribe a su amigo el General Mariano Montilla así: ¨Ya usted sabrá que mi primera intención fue tomar el Istmo; por consiguiente, es indispensable que Usted haga los mayores sacrificios para que el Istmo se tome. Haga usted esto en caliente.¨ 7

 

         Las circunstancias provocaron que el Mariscal Juan de la Cruz Murgeón, ya mencionado anteriormente a quien la corona había prometido el título de Virrey si lograba la reconquista de la Nueva Granada, tuvo que salir para Quito al mando de un ejército de 1,000 hombres de un total de 1,400 que estaban acantonados en Panamá.  Quedan solo, en el Istmo 300 hombres a cargo del Coronel José de Fábrega, oficial de mayor graduación, con carácter de Interinidad.

 

         Fábrega, de aristocrática ascendencia española y con una brillante hoja de servicios militares prestados a la corona, pero nacido en el Istmo e íntimamente ligado a la provincia de Veraguas donde tenía su familia y cuantiosa fortuna personal.  Murgeón deja instrucciones precisas a Fábrega, al dejarlo encargado de la Comandancia del Istmo así: ...¨Los enemigos internos son de muy poca consideración; la energía y el castigo ejemplar, con los que promuevan alborotos, es indispensables.¨ 8

 

         En esta situación coyuntural los elementos influyentes de la sociedad; comerciantes y algunos extranjeros radicados en el Istmo, se adelantaron a los acontecimientos e hicieron declarar la independencia de Panamá, el 28 de Noviembre de 1821.

 

El grito Santeño en el proceso Independentista

En 1821 la Villa de Los Santos era una circunscripción perteneciente a la Alcaldía Mayor de Natá, de la cual Nata y la Villa eran cabeceras del Partido y además formaban parte de ella las comunidades de Parita, Las Tablas, Ocú, Pocrí, Pedasí, Macaracas y Pesé. 

El 10 de noviembre de 1821 es un primer paso hacia la independencia y cuyos conocimientos, es fundamental, ya que sin lugar a dudas, es un brote auténtico de rebeldía y patriotismo en el Istmo.

 

         El Dr. Ricardo J. Alfaro en su obra ¨La Independencia de Panamá y su fecha¨ lo cita así:¨...movimiento precursor cuyas vastas repercusiones pusieron de manifiesto la voluntad inquebrantables de los pueblos Istmeños de poner fin a la dominación española y de sustituir el régimen coloniasl¨.9

 

         En la historiografía nacional existen juiciosos estudios que tratan de aclarar los sucesos que se produjeron en la Villa de Los Santos y que sirven de prolegómeno a la Independencia de 1821.  Así, debemos mencionar, que Ernesto J. Nicolau realizó un estudio bien documentado titulado: ¨El grito de la Villa (10 de noviembre de 1821¨ en el que describe con detalles los hechos ocurridos en la fecha.  Posteriormente Juan Antonio Susto publica en la Revista Lotería un artículo titulado: ¨La Villa de Los Santos foco de la Independencia de 1821, ante la Historia¨ que se dedica a exaltar las figuras que participan en el acontecimiento.  Otro historiador nacional, el Profesor Claudio Vásquez nos ofreció en 1962 un polémico estudio sobre la participación de los tableños en la lucha por la Independencia y plantea que el 8 de noviembre (Grito Tableño) pudo guiar los designios de los santeños.10

 

         En nuestro parecer el estudio más profundo sobre el tema del grito santeño, lo realiza el Dr. Alfredo Castillero Calvo en el año de 1971, quien, en base a un enfoque socio-económico evalúa las distintas actitudes que sobre la independencia tienen los pueblos del interior y de la capital en ese momento.  En su ensayo, ¨La Independencia de Panamá de España-Factores Coyunturales y Estructurales en la Capital y el Interior, publicado en la Revista Lotería, el Dr. Castillero plantea que el hecho de haberse suprimido la Encomienda en la región de Azuero en 1558 liberando a la población indígena del trabajo forzoso y por lo tanto los dueños de tierras empobrecidos al perder su fuerza, de trabajo se dispersan por la ¨campiña azuereña¨ en pequeños grupos familiares que trabajan su propia hacienda.  La tierra se distribuye en pequeños y medianos propietarios de fincas sin la existencia de grandes terratenientes.  Por el contrario en la Región de Veraguas el sistema de Encomiendas se prolonga por un siglo después y su sociedad tenía como dirigentes a una minoría blanca terrateniente dueña de todo el poder, la riqueza y una mentalidad conservadora y monárquica.

         ¨Mientras que en Azuero la reducida población quedaría equiparada muchos aspectos a la española...se operaría un amplio mestizaje y se distribuiría la tierra en multitudes de titulares, en Veraguas por el contrario, el indio se vería durante siglos sometido a la condición servil, la tierra acaparada en pocas manos¨.11

 

         De allí, según el autor citado, surgen las diferentes actitudes que ofrecen ante la Independencia los pueblos Santeños y Veraguenses.  El grito Santeño fue producto de la formación libertaria independentista y sin ataduras de los hombres de Azuero quienes rápidamente concretan sus acciones contra la dominación española; mientras que los Veraguenses manifiestan una ¨hostil i recelosa¨ hacia la temprana gestión emancipadora de los azuereños.  ¨De ahí la fría indiferencia con que José de Fábrega, a la sazón al frente del gobierno colonial tomara ¨muchas providencias y ejemplar¨ todo cuanto tuviera a su alcance ¨ a fin de sofocar el grito del 10¨. 12

 

         Es claro que existía animadversión entre Azuero, Veraguas y la capital y esta se demuestra en las actividades de unos con respecto a los otros sobre la independencia de 1821.  El grito santeño cobra mayor vigor, cuando entendemos que estos hombres desinteresados y decididos se atreven a realizar los planes de la independencia antes que la capital.

 

         En efecto, el 10 de noviembre de 1821 el Ayuntamiento de Los Santos declaró a Don Segundo Villarreal patriarca de intachables virtudes, como dirigente del movimiento.  Don Julián Chávez, presidente de la Corporación municipal invitó al Consejo a apoyar la designación de Don Segundo Villarreal.  Eduardo Mendieta designado para comunicar a Villarreal la orden del consejo, tocándole la puerta le dice: si allá en Panamá, no han gritado la Independencia de Bolívar, llevaremos un batallón capaz de gritarla.  La noticia luego de expandirse por todos los pueblos del Partido de la Villa y el de Natá, llega finalmente a Panamá en donde el coronel Fábrega envía a dos emisarios a Los Santos: José Maria Chiari y José de la Cruz Pérez, para pactar con los sublevados y lograr el retorno de los pueblos santeños a la sumisión de la Corona.

 

         Francisco Gómez Miró vecino de Natá, que había proclamado su adhesión al movimiento en ese partido el 15 de noviembre, se trasladó con un grupo de ciudadanos para apoyar a los patriotas santeños y los alentaba con sus encendidos discursos en la Casa Municipal de la Villa. ¨Francisco Gómez Miró, mató el silencio.  Y con esa fogocidad de la juventud, con esa fe en la libertad y en el supremo destino de los pueblos... para declarar enfáticamente que el Grito de la Villa tenía valor de cosa realizada y que nadie ni nada haría cambiar el curso de los acontecimientos¨.13

 

         Nadie puede disputar a estos hombres sencillos, desinteresados e idealistas el mérito de haber encendido el entusiasmo y arriesgar hasta su vida, con la especial distinción de contar con el apoyo de su pueblo.

 

         Es prudente recordar que, no fue hasta cuando el Cabildo de Natá, amenazó con marchar sobre la capital de Veraguas, cuando estos decidieron sumarse al movimiento liberador, el 1 de diciembre de 1821. (Es importante revisar el Acta de Santiago del 1 de diciembre, la cual reproduce las previsiones que hacen los natariegos). Sobre los acontecimientos en la Villa de Los Santos, Mariano Arosemena firmante del acta del 28 de noviembre el importante miembro de la burguesía criolla y activo promotor de las actividades políticas en la capital comenta: ¨..aparece un movimiento reaccionario en la Villa de Los Santos, proclamando la independencia, aunque de una manera irregular y deficiente, pues aquellos habitantes no declararon el gobierno que se daban, ni decidieron cosa alguna sobre los negocios de la Nueva Asociación política: novicios, se contentaban con llamarse Independientes. Pero aquel levantamiento popular hizo, sin embargo, una fuerte impresión en esta ciudad.¨ 14 La opinión de Arosemena, a quien ubicamos, como fiel representante de los intereses bursátiles de la zona de tránsito, refleja el antagonismo con respecto a los planteamientos de los interioranos. Los capitalinos sienten recelo de lo actuado por los patriotas santeños y natariegos; no ven en su avance liberador la seguridad que requieren las actividades comerciales de la capital por ello los denominan deficientes y novicios; para la burguesía capitalina debía actuarse con ¨suma cautela y diplomacia¨.15

 

         Fue así, como en la capital del Istmo tomaron todas las medidas de precaución para que la independencia se consuma pacíficamente y sin afectar ¨la seguridad de las personas y las propiedades¨. El historiador nacional Celestino Andrés Araúz narra los acontecimientos que culminan con la independencia así¨De este modo, se buscó y obtuvo la complicidad del general José de Fabrega se recurrió al sobornar de la escasa guarnición, labor de zapa que corrío a cargo de los fondos pecuniarios de Blas; Gaspar y Mariano Arosemena y el antioqueño José María Barrientos, mientras que las sociedades patrióticas cobraron fuerza y predispusieron al pueblo para los acontecimientos que se avecinaban. Así, luego de la masiva deserción de los soldados realistas, el 28 de noviembre el ayuntamiento convocó a cabildo abierto y en carta solemne, en presencia de las autoridades militares, civiles y eclesiásticas se declaro rotos los vínculos que ataban al Istmo con España para de inmediato unirse voluntariamente a Colombia¨.16  

 

          

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Unión a Colombia

 

         Las pretensiones de los dirigentes del movimiento del 28 de noviembre de 1821, con respecto al futuro del Istmo de Panamá quedan plasmadas inmediatamente en el acta proclamada en el Ayuntamiento y que reza: Artículo 2° ¨El territorio de las provincias del Istmo pertenecen al Estado Republicano de Colombia, a cuyo Congreso irá a representar oportunamente su Diputado¨.

 

         La mayor parte de los historiadores coinciden en que, tres fueron las razones fundamentales que determinaron la Unión a Colombia a saber:17

 

a.- Por razones de seguridad política ante las amenazas de los  poderes españoles de recuperar sus territorios perdidos; apoyados por la Santa Alianza.

b.- La tremenda influencia que irradiaba sobre nuestros pueblos la     figura del Libertador Simón Bolívar.

c.- La tendencia a la depresión en la economía del Istmo, que se abatía en una profunda postración a la llegada de la independencia.

 

         Mediante Decreto del 9 de febrero de 1822, se creó el nuevo Departamento de Panamá y se determinó que tendrá los mismos límites que tenía bajo el gobierno español, y que los gobernará con las leyes por las cuales gobierna a los departamentos antiguos de la Nueva Granada (octavo departamento dividido en dos provincias Panamá y Veraguas).

 

         El coronel José María Carreño fue nombrado por Bolívar como Jefe Superior, Político y Militar; el coronel José D. Fábrega como gobernador de la Provincia de Veraguas.

 

         En este contexto, debemos anotar, como referencia importante, que el Congreso de Angostura de diciembre de 1819 había proclamado la creación de la Gran Colombia, la que se incorporaba Venezuela, Ecuador y la Nueva Granada.

 

         Posteriormente, en 1821, el Congreso de Cúcuta, luego de los triunfos en las batallas de Boyacá y Carabobo confirmó a Bolívar como Presidente y a Santander como Vice-Presidente de ése gran conglomerado de pueblos, ideologías, idiosincrasias e intereses. El Istmo de Panamá, repetimos queda inmerso en la Gran Colombia como el octavo Departamento de la Nueva Granada.

 

         En un análisis de las ya mencionadas causas de nuestra Anexión a Colombia debemos establecer algunos puntos de vista, ya discutidos por nuestra crítica histórica.  Parece que la anexión era, para nuestros próceres la única forma de evitar un desastre político y económico, sin embargo, a nuestro entender, la anexión no implicaba sometimiento ni pérdida de nuestra capacidad de actuar al margen de los intereses de la Gran Colombia.  El sentimiento de solidaridad continental patentizada en la figura de Bolívar, nace de la mano de la necesidad de protegerse de los intentos de reconquista por España y ambos afectaron definitivamente, la conciencia de los hombres que dirigieron el movimiento.  Pero el factor económico no considerado en muchas ocasiones, tiene igual o mayor peso en la decisión anexionista de 1821.

 

         La crisis económica profunda que se advierte en el Istmo a la llegada de 1821 es factor determinante para buscar la protección colombiana y la seguridad de los Istmeños.  Los criollos dirigentes, la mayor parte de los cuales se dedicaban a las actividades mercantiles, vieron amenazados su futuro y era necesario detener ese abrupto declive mediante la fórmula de amparo foráneo.

 

Sobre la situación económica de Panamá es ilustrativa una carta que uno de los asistentes al Congreso Bolivariano envía, desde el Istmo a un abogado amigo el 11 de julio de 1825 y dice así: ¨..El abandono de los españoles y su apatía que han heredado los colonos, causan estas tristes consecuencias,. La harina le viene de los Estados Unidos; las papas, las miniestras y otros frutos secos de Payta; se carece de lo más preciso.  Las carnes saludables son en extremo, escasas.  Dos terceras partes de la ciudad están en ruinas y cubiertas de árboles y plantas salvajes, asilo de culebras.  Las plazas son montañas y también los cementerios. Las mujeres son extremadamente feas y lánguidas, huyen de la gente y se esconden. Ningún comerciante, si no es del tránsito ya muy disminuido después que la hacen libres todas las naciones en nuestros puertos. En la bahía se pasan meses sin ver buque. Es la población de 9,000 almas.¨18 El Doctor Alfredo Castillero Calvo sostiene que ¨es probable que la fuerte personalidad de Simón Bolívar hubiese encandilado a algunos de los miembros de la clase criolla como individuos concretos, pero no es justo convertir ese sentimiento individual en el deseo colectivo y agrega, que el hecho que afectaba a todos y que aceptaban todos era, que había en el momento de la independencia y anexión una paralización de nuestra garganta vital de comercio y que todos querían una solución a esa situación y el anexionismo lograba ajustarse con bastante aproximación a la respuesta que se necesitaba.

 

         Es claro que en el Acta de 1821 triunfa la tesis de la anexión a Colombia, pero debemos saber que hubo otras propuestas con respecto al futuro del Istmo, pasada la euforia de la independencia. El prócer y firmante del Acta de 1821 José Vallarino Jiménez, uno de los más enconados defensores de la Unión a Colombia plantea lo siguiente: ¨El territorio de Panamá va a hacerse libre pero por su debilidad no podrá sostener solo su independencia.  Se trata pues de que el Istmo se adhiera a Colombia o al Perú. Colombia, es hoy depositaria de los destinos de América...Panamá debe ser territorio colombiano; griten conmigo ¡Viva Colombia!¨ 19. Sin embargo, el otro prócer, Mariano Arosemena, quien constantemente desarrollaba relaciones comerciales con el Perú decía que la anexión a Colombia no era la más conveniente e intentó que el Istmo se agregara al Perú porque ¨Esta república (Colombia) no era tan rica como aquella¨.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Centralismo de Bogotá

         De cualquier forma, el Istmo quedó sometido a los vaivenes de la política colombiana, de la cual, finalmente, los criollos dirigentes pretendían sacar alguna ventaja que solucionara, los profundos problemas que enfrentaba su recién nacida nación.  Las primeras experiencias fueron de complacencia para los istmeños debido a algunas medidas especialmente comerciales que lo colombianos aplicaron en la patria panameña, pero todo éste optimismo termina cuando, el Coronel Carreño, un hombre severo, rudo y de mal carácter, impone la Constitución vitalicia boliviana, de corte centralista, coercitiva y nacida bajo la inspiración de Bolívar en 1825.

 

         La Constitución boliviana de 1825 produce un profundo conflicto en la Gran Colombia y por supuesto el departamento de Panamá sufre las consecuencias.  Los efectos de un conflicto que se inicia entre Bolívar, proponente de un gobierno centralista, unitario y hasta cierto punto ¨dictatorial¨ y Santander defensor del republicanismo, federalista, absolutamente liberal y democrático se refleja en el Istmo ya que los grupos dirigentes criollos simpatizarán con la propuesta santaderiana que los dejaría en libertad de conservar su autonomía económica y el libre comercio.

 

         Ricaurte Soler, analista profundo de este período se refiere a esa coyuntura en esta forma: ¨en tanto Panamá, el federalismo, es expresión asombrosamente exacta de las aspiraciones librecambistas, de una burguesía comercial frenada por el centralismo colombiano¨.

 

 

 

 

         Desde ese momento iniciaba Panamá su ¨vía crucis¨ de 82 años en busca de su libre determinación política.  Los colombianos permanecían imbuidos en sus conflictos internos sin mirar las súplicas de los distintos sectores del país istmeño.

 

         El 13 de septiembre de 1826 surge otro movimiento de reacción contra el centralismo impuesto por Bolívar en la Gran Colombia.  En efecto, el llegar al Istmo Antonio Lercadis Guzman en busca de apoyo de la clase dirigente para la adopción de la Constitución Boliviana recibió un rotundo rechazo de los istmeños quienes se reunieron encabezados por Juan José Argote y redactan una respuesta en la que expresan, entre otras cosas, que el territorio del Istmo sea un país anseatico ¨..el movimiento anseatista de 1826 constituye una acción típica del grupo dominante istmeño con el objeto de resguardar sus intereses económicos, resumidos en la formula del ¨libre comercio para el Istmo¨ que hasta entonces no se había logrado plenamente...¨ 20

 

         El anseatismo significaba un amparo, y garantía comercial del Istmo de parte de las principales potencias económicas de la época tales como Inglaterra, Estados Unidos y Francia y que según parece, respondían a similares condiciones adquiridas por la Liga Hanséatica Europea y que también fue propuestas para otras ciudades como Monterrey y Buenos Aires.  Muy temprano, luego de la independencia las relaciones entre Panamá y la Gran Colombia, empieza a mostrar grietas que hacen dudar de la bondad del paso trascendental tomado en el anexionismo de 1821.  Los intentos de los grupos dirigentes de obtener la declaratoria del libre comercio en el Istmo, una autonomía económica y no aceptación de la Constitución centralista Boliviana se ven frustrados rápidamente por la actitud prepotente y egoísta de los dirigentes colombianos. Esta situación va delineando rápidamente la conciencia de la clase dirigente istmeña hacia el Panamá liberal, autonomista y transitísta.

 

El Congreso de 1826 en Panamá

 

         En diciembre de 1824, Simón Bolívar se dirige por medio de una carta, desde Lima a los Cancilleres de Méjico, Colombia y Perú, invitando a sus gobiernos a hacerse representar en ¨una asamblea de Plenipotenciarios nombrados por cada una de nuestras Repúblicas y reunidos bajo los auspicios de la victoria de nuestras armas contra el poder español¨.

 

         La propuesta bolivariana tiene sus antecedentes en la conocida Carta de Jamaica del 6 de septiembre de 1815 en la que Bolívar expresa: ¨!Que bello seria que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! ¡Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un Congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra¨.

 

         Los países requeridos por Bolívar en su carta de invitación, procedieron a solicitar las adhesiones de otros Estados a la idea; así los invitados formalmente fueron: Méjico, Colombia, Perú, República de Centro América, Chile, República de Río de La Plata, Inglaterra, Brasil, Francia, Países Bajos y los Estados Unidos. Haití y Paraguay no fueron invitados.

 

         Los asistentes a la inauguración del Congreso, el día 22 de junio de 1826, fueron: Perú, La Gran Colombia (Venezuela, Ecuador, Nueva Granada), Méjico, República Unidas de Centro América.  Cada nación envió 2 delegados y las reuniones se celebraron en la sala Capitular del Convento de San Francisco. (la sala apenas daba cabida a los 8 deliberantes y tres secretarios) 21

 

         El mismo Bolívar había planeado un  temario para debatirlo en el congreso así:

a.         Afianzamiento de la independencia de las nuevas naciones y paz firme mediante el reconocimiento por España de la nueva situación.

b.        Seguridad en cuanto al orden interno.

c.         Igualdad jurídica en todas las naciones americanas.

d.        La reforma social bajo los auspicios de la libertad y la paz.

 

         Se realizaron diez sesiones públicas, las cuales constan en las actas, se aprobaron tres protocolos llamados Protocolos del Istmo y el 15 de julio de 1826 fue clausurado el Congreso, citándose los delegados para volverse a reunir y ratificar los protocolos en la Villa de Tacubaya en Méjico.

 

         Para Bolívar la meta será el lograr la libertad política para los pueblos y la búsqueda de la solidaridad continental; la independencia no era el único objetivo sino complementarla con un pacto social que uniera a las repúblicas americanas. Es realista y conoce las características hispanoamericanas de la cual tiene una visión de conjunto delineada así: ¨fuertemente estructurada por la historia y amasada con los elementos étnicos espirituales, geográficos y políticos que han unido a los pueblos: una misma raza, una misma religión, una misma lengua, peligro y esperanzas comunes, igual destino en la historia e idéntica concepción del mundo y de la vida y conciencia de formar una misma familia de naciones¨.

 

         El Congreso de Panamá tratará de hacer realidad esta visión americanista pero tendrá que enfrentar grandes escollos de parte de enemigos abiertos y solapados.  Bolívar presentía la oposición que la unión de las Repúblicas latinoamericanas, podría crear por parte de algunos sectores políticos de la época y escribe a Santander ¨No nos conviene admitir en la Liga al Río de Plata; segunda, a Estados Unidos de América y tercera, no libertar a la Habana¨. Además preveía las inclinaciones de Brasil hacia La Santa Alianza y sus pretensiones territoriales en el Uruguay. La Santa Alianza fundada en el Congreso de Viena de 1815 representaba al mundo tradicionalista y conservador Europeo y ella verá la liberación de las naciones hispanoamericanas como un atentado a la organización natural de olas próximas naciones europeas y trataría a toda costa de evitar las revoluciones contra el orden social establecido.  El Congreso sería una clara réplica de América a la Santa Alianza.

 

         ¨La política internacional de los Estados Unidos nunca deseo uniones que prefieran ser dirigidos por otros o donde se pudiese comprometer la libertad de acción de la diplomacia norteamericana en el futuro.  Estados Unidos no debía ser invitado. Luego Santander hace la invitación que participará a Bolívar¨.22

 

         Sobre la participación de los Estados Unidos en el Congreso, ya hemos dicho que sus representantes nombrados con retrazo por el senado de su país (4 de marzo de 1826) debido a la gran oposición del Comité de Relaciones Exteriores quienes finalmente nombraron a los observadores con las siguientes instrucciones:

1-           No comprometer la neutralidad de Estados Unidos en los Conflictos de las Repúblicas latinas con España, ni firmar pactos de mutua garantía.

2-           Defender a todo trance la  libertad de los mares y rechazar la colonización europea en el continente, aceptar en el caso de Cuba y Puerto Rico que los Estados Unidos los preferían como colonias de España a que fueran incorporadas alas naciones libres de Colombia a Méjico.

3-           Oponerse al reconocimiento de la república de Haití (previniendo rebeldía de los esclavos del continente).23

 

         La posición norteamericana respondía finalmente a los postulados esbozados años atrás (1823) en la Doctrina de Monroe que delineaba el futuro de la política exterior de los Estados Unidos. Esta política expansionista que se volcó contra las jóvenes repúblicas latinoamericanas quienes sufren la voraz desmenbración de algunos de sus territorios negando radicalmente los enunciados de ¨relaciones amistosas entre Estados Unidos y las naciones del hemisferio¨.

           En conclusión el enfoque norteamericano de la unión de los países de América, era en cierto aspecto diferente al enfoque bolivariano. Bolívar no encontraba adecuada una organización panamericana, por la multiplicidad de las tendencias que allí se encontraría; temía perderse en objetivos demasiados amplios e irrealizables. Los planes de Bolívar eran netamente americanistas; no afloraba en ellos un criterio geográfico, sino un criterio cultural en base a ¨Las repúblicas que antes fueron colonias españolas¨. Bolívar no aceptaba la protección que Estados Unidos pudiera brindar, ni aceptaba se preeminencia en este hemisferio, señalada por la doctrina de Monroe.

 

           Los protocolos del Istmo (Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua y una Convención sobre Continentes) nunca se ratificaron, ya que la mayoría de los plenipotenciarios no se presentaron a Méjico y los que lo hicieron no demostraron mayor interés por ponerlos en práctica. Los titánicos esfuerzos realizados por el Dr. Pedro Gual representante de la Gran Colombia, no fueron suficientes para obtener el éxito deseado.  Los tratados y convenios pasaron a ser meras páginas de la gloriosa historia americana; fueron una utopía; un anhelo frustrado del libertador. El mismo no asistió al congreso y este hecho ayudó a que los resultados no fuesen los perseguidos.

 

           El historiador Francisco Cueva expresó: ¨El Congreso de Panamá se revela pues como un éxito y como un fracaso: aquello, en cuanto por primera vez en el continente de Colón se realizó una reunión multinacional que se encargo de los grandes problemas de las relaciones interamericanas; esto, cuanto que sus estadistas no estuvieron en capacidad de seguir las directivas del genio¨. 24

 

           El mismo Bolívar expresó ¨El Congreso de Panamá institución que debiera ser admirable si tuviera más eficacia, no es otra cosa que aquel loco griego que pretendía dirigir desde una roca los buques que navegaban.  Su poder será una sombra y sus decretos consejos nada más.

           Según el profesor Ernesto J. Castillero muchas fueron las causas del fracaso del Congreso de Panamá entre las que se mencionan:

 

1-    Las naciones participantes estaban absorbidas por intereses regionalistas diferentes.                 

2-    El factor físico de subsistencia en la ciudad de Panamá, que

Era materialmente ¨invivible¨ en aquella época, lo que determinó que se trasladara la reunión a Méjico, lo que resultó un evidente error.25   

 

Las Luchas Sociales y Políticas en el Istmo en la primera Mitad del Siglo XIX.

         Desde el mismo momento en que los istmeños juran la constitución colombiana, el 24 de febrero de 1822, se empiezan a sentir las repercusiones de las convulsiones que ¨diariamente¨ violentaban la vida de ese mosaico de naciones suramericanas.  La Confederación formada en el Congreso de Angostura de 1819 pendía de un hilo desde que Bolívar intenta imponer la Constitución Vitalicia Boliviana de 1825. Este hecho y el surgimiento de los afanes caudillistas de algunos líderes de la guerra de independencia, tuercen los planes de Bolívar y cambian el rumbo de la Gran Colombia.

 

         Ya hemos dicho que entre Bolívar y Santander (su vicepresidente) existía un conflicto que se origina en la interpretación que hace cada uno sobre la futura organización de las nuevas repúblicas.  Para dilucidar las tendencias opuestas (santaderísmo: eran federalistas, legalistas, futuros liberales y los bolivarianos: eran unionistas, centralistas autoritarios, futuros, conservadores) se realizó la Convención de Ocaña de 1828, en la cual ambos grupos chocan con inusitada violencia.  Los seguidores de Bolívar, que sostenían la necesidad de un gobierno fuerte; sobre la base del gobernante más que de la ley, se apartan de la Convención llenos de amargura, mientras que los seguidores de Santander de posición opuesta, profundizan sus diferencias.  Como consecuencia de las heridas dejadas por la Convención de Ocaña, el Libertador fue víctima de un atentado en el Palacio de San Carlos el 25 de septiembre de 1828, del cual se salva milagrosamente. 26  Santander es apresado y desterrado a Europa.  A este hecho comentado, debemos agregar que el General José Antonio Páez se sublevó y desconoció la autoridad de Bolívar en Venezuela, declarando a esta nación disuelta de la Gran Colombia; se había iniciado ya, la guerra entre Perú y la Gran Colombia y finalmente en junio de 1830, el General Antonio José Sucre, fiel amigo de Bolívar fue asesinado en Berruecos.

 

         Este cúmulo de acontecimientos, nefastos para la unidad bolivariana, aceleraron las dolencias del Libertador que fallece en Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830.  Ya antes, en enero de 1830, Bolívar había renunciado al mando supremo ante el Congreso ¨Admirable¨ y le tocó el funesto momento de ver deshacerse su obra política: La Gran Colombia 27  

 

 

 

Reflejos de los conflictos Colombianos en Panamá: Primeros intentos de separación del Istmo.

 

         La Independencia de España no significó para el Istmo de Panamá, ningún cambio de cuento a su estructura social y económica.  Las esperanzas de los grupos mercantiles dirigentes y de la población en general de mejorar la condición paupérrima heredada de la colonia, se vieron frustradas y muy por el contrario, se profundiza y hasta la libertad política soñada por los gestores del movimiento de 1821 se vio mermada y pisoteada por los ¨nuevos amos colombianos¨.

 

         Luego de la desintegración de la Gran Colombia, el Istmo sufre los embates de la creciente rivalidad de los políticos neogranadinos, aparte de que, esa nación no demostró ningún interés por resolver nuestros problemas. El profesor Moisés Chong nos presenta un cuadro de la situación así ¨...tanto liberales como conservadores no  consideraron al Istmo sino como una especie de hacienda, un inmenso latifundio perdido en las marañas de la selva tropical, sin tomar en cuenta que aquí había hombres de carne y hueso¨.

 

         Las decepciones causadas entre los istmeños por el desdén y la apatía de los colombianos hacia el Istmo arraigan el deseo de desprenderse de los lazos que los unieron.  Las pugnas entre federalistas liberales (Santander) y unitarios conservadores (Bolívar) se trasladan al Istmo en 1839.  El General José Domingo Espinar, panameño de origen humilde, es nombrado Comandante General del Istmo, luego de regresar a Bogotá había desempeñado una importante misión a favor de la causa bolivariana.  Era médico, de ascendencia africana y había luchado en el Perú al lado del libertador.  Está imbuído de los ideales populistas del caudillo de la independencia. El 26 de septiembre de 1830, Espinar decide, separar al Istmo del gobierno, quedando, desde luego este Departamento bajo su inmediata protección.

 

         Este primer intento de separación refleja al inicio de la búsqueda de la identidad histórica de los panameños. Panamá se mantiene separada durante algo menos de tres meses, al cabo de los cuales se ordena el reintegro del Istmo al seno de la República Colombiana.

 

         El movimiento de Espinar ofrece algunas características sociales, económicas y políticas interesantes y las mismas han sido analizadas por distinguidos historiadores nacionales.  Como hemos anotado anteriormente, el Istmo se encontraba dividido en dos grupos antagónicos, igual que el resto de Colombia; los grupos de la burguesía criolla que lógicamente se identifican con las ideas liberales y federalistas de Santander quienes se opondrán al

Gobierno de Espinar, el cual se orienta hacia el centralismo de Bolívar y hacia los grupo populares de Santana.  El Doctor Ricaurte Soler se refiere a esta realidad así: ¨Desde 1830 empiezan a insinuarse en el istmo aspiraciones sociales que crearán contradicciones entre los grupos oligárquicos liberales/burgueses y los sectores arrabaleros y desposeídos de la ciudad capital.  Con motivo del pronunciamiento de José Domingo Espinar* que separa a Panamá de Colombia, los grupos mestizos arrabaleros aprovechan para hacer sentir su inconformidad social¨28

         La idea de Espinar, según el Acta de Movimiento de 1830, era condicionar la reintegración del Istmo a la Gran Colombia, cuando se haya logrado la fusión de los pueblos que se habían fraccionado y cuando el libertador volviera plenamente al poder centralista y unitario. En carta citada por >Ricardo J. Alfaro, Espinar decía a Bolívar: ¨El Istmo necesita instituciones propias y adecuadas¨ y desea ¨un centralismo compatible con las necesidades locales¨.

 

         Durante el período que dura la administración de Espinar, recibe el rechazo de los grupos de la burguesía liberal, quienes lo acusan de demagogo, dictador y de desunir las clases sociales en el Istmo. Además lo identifican con las ideas de hacerse soberano con el pretexto de seguir los ideales de Bolívar. El más fuerte opositor del gobierno de Espinar es el General José de Fábrega, gobernador de la provincia de Veraguas (Fábrega logra que en esa provincia no se apruebe al Acta Separatista de 1830).

 

         ¨Más clara aparecen aún las diferencias socio-políticas de estos os personajes en la carta que envía Fábrega al santiagueño Pablo López que dice así: Espinar trae miras de hacerse soberano pretextando el nombre de Bolívar que ya es insignificante en la República, al frente de nuestro gobierno constitucional.  El cuenta con gente de su clase. Ya ves que si no tratásemos de cortarle las alas, seremos el ludibrio de esa gente desafecta.29

 

         Durante la etapa más dura del gobierno de Espinar, los grupos de la burguesía comercial capitalina intentan pedir protección de la Gran Bretaña a través de su consulado en Jamaica con el propósito de liberarse del control del poder central colombiano y hacer sus relaciones comerciales más expeditas.  Ante esta eventualidad, Espinar endurece su gobierno con la justificación de que el Istmo estaba en peligro de una ¨invasión extranjera¨.

 

         Parece que ya en 1830 empieza a estructurarse una tenue conciencia de clases entre los grupos del arrabal que se demuestra con el apoyo hacia el gobierno de Espinar. El Doctor Alfredo Castillero Calvo en un estudio minucioso sobre el Movimiento de 1830 considera que sus causas fueron:

a-      La miseria de la mayor parte de la población del Istmo.

b-      Naturaleza oligárquica del poder político en Panamá.

c-       Discriminación racial practicada por el elemento blanco.

ch-Forma colonialista y feudal de vida que se mantenía en el Istmo.

 

         El Movimiento de 1830 insinúa, pues, la presencia de los grupos ¨de fuera¨ en el debate socio-político del Panamá del siglo XIX y representa la aparición del caudillismo populista que tanta vigencia tiene en la historia latinoamericana. Espinar fue fiel seguidor del ideal bolivariano, aunque en nuestras repúblicas tuvo tendencias dictatoriales, incluía una serie de normas, en la llamada Constitución Bolivariana, que favorecía a las clases desposeídas.  El antagonísmo creado por Espinar en el Istmo se demuestra en la siguiente cita de Ricardo J. Alfaro en su obra sobre Tomás Herrera: ¨el 10 de septiembre un grupo de liberales lanzará gritos de ¨muera el General Espinar¨ en la calle de la Merced, a lo que la gente de la parroquia de Santa Ana, entre la cual gozaba él de gran prestigio por solidaridad de raza respondió con una terribles asonada que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias¨.30

 

         Espinar, luego de reintegrar al Istmo a la vigencia del gobierno colombiano, se dirige a la provincia de Veraguas para controlar por las armas al rebelde General José de Fábrega, quien no se sometía a si dirigencia: Esto ocurre en febrero de 1831, quedando encargado del poder en la capital el General venezolano Juan Eligio Alzuru.  Estas coyuntura es aprovechada por los grupos capitalinos opositores a Espinar para convencer al jefe temporal a que se relevara y desalojara del poder a su Comandante que permanecía en Veraguas.  Espinar es derrocado por Alzuru y obligado a partir exiliado a Ecuador.

 

         El 9 de julio de 1831, el General Alzuru, dueño de todo el poder político, reúne una junta de notables, quienes en Cabildo Abierto, declaran a Panamá territorio de la confederación Colombiana con administración propia.  Aprovechándose del sentimiento separatista que permanecía latente entre los istmeños y con el apoyo inicial de los grupos de la burguesía, Alzuru impone un gobierno de fuerza, militaristas, apoyado por oficiales venezolanos de fama dudosa.31

 

         Este segundo intento de separación del Istmo, dirigido por Alzuru no tuvo mayor trascendencia, que la persecución desatada por el dictador en contra de los mismos elementos que lo habían concitado a ejecutar la acción (Blas Arosemena, Manuel Arce y otros firmantes del acta de 1831 fueron deportados del país). Además, debemos recordar, que la Nueva Granada, Ecuador y Venezuela se habían declarado Estados soberanos y este hecho influyó en la decisión tomada por los istmeños en ese momento.

 

         La aventura de Juan Eligio Alzuru terminó cuando el General  Tomás Herrera, ilustre militar, héroe de Ayacucho: decide combatirlo y deponerlo del gobierno, por considerar que el movimiento no consultaba el verdadero espíritu de libertad latente entre los habitantes del Istmo.  El General Herrera vence a Alzuru en la Albinas de Bique, el 24 de noviembre de 1831 y junto con sus seguidores es ajusticiado.

 

Tomas Herrera y el Estado libre del Istmo.

 

         Terminado con el asunto Alzuru, Tomás Herrera continúa como Comandante General del Istmo hasta 1836 cuando tiene que ir a Bogotá como Diputado del Congreso de la Nueva Granada.  Es un período de relativa calma en la vida política neogranadina y Herrera representa la figura más distinguida del momento. 32 Está latente entre los istmeños la idea secesionista, ahora con mayor fuerza cuando ha desaparecido la figura integracionista de Bolívar.  El Istmo sometido a los caprichos, la anarquía y la incertidumbre del territorio neogranadino, enfrenta varias posturas de los grupos dominantes: algunos proponen las mencionadas tesis anseatistas y otros aspiran la unión a Ecuador (Mariano Arosemena); ambas responden a intereses de os comerciantes criollos. Tomás Herrera constituido en el fiel de la balanza, no compartía ninguna de esas posiciones, ya que había logrado conciencia firme de que su patria debía fundamentarse es un espíritu nacional. 33

 

         Dentro de las realidades que presentaban las convulsiones neogranadinas en el Istmo en la primera etapa de la década de 1830, se operaron algunos avances en lo interno de nuestro territorio, especialmente en el aspecto educativo, de las obras públicas y en cuanto a la apertura del comercio con otras naciones.  En 1839, Tomás Herrera regresa a Panamá, luego de terminar su cargo en el Congreso de Nueva Granada. Es nombrado Jefe Militar del Istmo y su estadía en los lares patrios coinciden con el surgimiento de una violenta guerra civil en Nueva Granada, causada por la profundas diferencias políticas entre los gobiernos de la época, quienes tomaban medidas que en muchas ocasiones, no respondían a los intereses de los sectores  oligárquicos colonialistas.  Estos acontecimientos, sumados al fallecimiento del General Santander, en 1840, provocaron el surgimiento de un número plural de Estados independientes de la Nueva Granada y obviamente repercuten en la vida económica y política de Panamá. 34

         El 18 de noviembre de 1840, Tomás Herrera se pone al frente de un nuevo Movimiento Separatista, que lleva al Istmo a convertirse en Estado Libre del Istmo, bajo algunas condiciones establecidas en su Asamblea Constituyente, así: ¨en ningún caso se incorpora el Istmo a la República de la Nueva Granada bajo el sistema central¨. El movimiento dirigido por Herrera, expresa un sentimiento anticentralista y autonomía, y es apoyado por los mercantiles del Istmo.  A dos meses de la realización del Movimiento de independencia, Tomás Herrera envía un informe al presidente de la Nueva Granada en el que manifiesta las razones por las cuales se llevó a cabo esta acción del 18 de noviembre y anota el militar:¨La particular situación geográfica del istmo hace que su comunicación con el interior de la nueva Granada, sobre todo con la capital, sea muy difícil, incierta y tardía;...El Istmo, no prosperará en los siglos de los siglos, sin tener dentro de sus límites de la fuente de su peculiar y exclusiva legislación...El gobierno general residente a más de 300 leguas, no pudo ya ejercer acto alguno de soberanía sobre estas provincias... y una sola es la causa de todos, uno el perdón, una la señal: independencia absoluta del istmo, o unión al resto de la nueva granada, bajo un gobierno de formas federal¨.

 

         El gobierno de Tomás Herrera, durante el tiempo que dura el Estado Libre del Istmo es pródigo en realizaciones para la estancada economía panameña.  Existe un gran deseo de renovación, de integridad y de solvencia moral en los actos gubernamentales; se realizó una intensa labor de legislación, se organizaron las finanzas públicas, se mejoran las condiciones de la educación públicas, se establecen las primeras misiones diplomáticas extranjeras (Costa Rica reconoce la independencia del Istmo).

 

         La separación de 1840, aunque de mayor duración que las anteriores, también fue efímera, el 31 de diciembre de 1841, Herrera acepta reincorporar al Istmo a la Nueva Granada.  Las fuerzas del gobierno de Bogotá amenazan con reprimir a los dirigentes de la ¨independencia¨ panameña y, Herrera, un hombre extremadamente ecuánime y sensato decidió aceptar un ¨acuerdo de caballeros¨ que determinaba el perdón de todo lo actuado en el Istmo por los separatistas.  Los elementos reaccionarios del gobierno central no cumplen con lo pactado e inician una persecución contra Herrera y sus seguidores, despojándolo de sus grados militares y desterrándolo de la patria hasta el año 1844, cuando fue reincorporado a la vida pública, siendo nombrado nuevamente Gobernador de la Provincia de Panamá y posteriormente miembro del gabinete del Presidente Mosquera.

 

         Sobre el General Tomás Herrera, luego de éste incorporarse al gobierno de Mosquera nos dice Dr. Ricardo J. Alfaro: ¨Ningún gobierno de la Nueva Granada pudo ostentar reformas tan brillantes como las promovidas entonces por el de Mosquera.  Tomás Herrera tomó empeño personal en entusiasmar a Mosquera en la construcción de una vía férrea la cual culminó con el proyecto de 1850.  Fue uno de los más vehementes partidarios de la abolición de los esclavos en el Istmo.  Fue defensor de la actividad mercantil del Istmo¨. 35

 

         En enero de 1851, Herrera es elegido para representar al Istmo en el Congreso de la Nueva Granada, ahora es Senador por la recién creada Provincia de Azuero.  En Bogotá tiene una agitada participación en las luchas políticas de la nación neogranadina como Comandante de Operaciones contra los alzados ante el gobierno del General López.  En los albores de 1854 regresa a Bogotá para apoyar al Presidente Obando ante el levantamiento armado del general Melo; asume la defensa de la legitimidad del gobierno en contra de las fuerzas golpistas.  En la toma triunfal de la ciudad de Bogotá por sus fuerzas constitucionalistas, fue herido mortalmente, fallecido el 5 de diciembre de 1854.   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONCLUSIONES

 

Hemos abordado el periodo comprendido entre la Independencia de España y los primeros intentos de separación del Istmo de Panamá de Colombia. Desde muy pronto, luego de la anexión, los istmeños sintieron arrepentimiento por el acto del 28 de noviembre de 1821. Las condiciones pre independentistas  estaban dadas, pero la decisión tomada por los hombres de 1821, no fue la mejor, a entender de algunos lideres de la época.

Hubo una gran cantidad de influjos que condujeron a los istmeños a pensar en la independencia de España. Todos están presentados en nuestros apuntes con lujo de detalles. Desde las condiciones políticas de España a finales del siglo XVII hasta el grito iniciado por   los patriotas santeños. Desde la encrucijada de la independencia hasta el proceso de anexión a Colombia. Con todas las consecuencias de el desinterés de los colombianos por el progreso y desarrollo del Ismo, mantuvimos la vigencia de un mal acuerdo político con Bogotá.

 

Sumamos a nuestra novicia práctica política, los conflictos colombianos generados por la desintegración de la Gran Colombia y la muerte del Libertador.

Pronto los istmeños se dieron cuenta de que no había planes para ellos, empezaron a pensar en la separación. Como por combustión espontánea surgen movimientos separatistas lid erizados por hombres que sentían el deber de darle al istmo un  rumbo autónomo, más de tres intentos que hacen sentir la necesidad de buscar una vida independiente.

Terminamos esta etapa colombiana con la participación de espinar, Alzuru y Tomás Herrera en esos conatos de formar una verdadera nacionalidad panameña.

 

 

 

 

Volver

Contacto

RicordHistoriografía
@IvanRicord20

64300243

© 2014 Todos los derechos reservados.

Crea una página web gratisWebnode